Cómo vestir tu cama para obtener un sueño profundo
Pasamos muchas horas del día enderezando las sábanas, acomodando las almohadas, estirando las fundas, tratando de que el espacio para dormir luzca cómodo, bonito, y sobre todo, placentero. Definitivamente eso significa dedicar mucho tiempo lidiando con nuestra cama, sin embargo, el resultado no siempre luce como en las fotografías de las revistas.
Somos personas ocupadas y queremos relajarnos al llegar a nuestra habitación, sentir que estamos en nuestro refugio, donde consentimos nuestro sueño y reponemos energías para mantenernos activos y saludables. Por estas razones, hoy te traemos los mejores consejos, útiles y prácticos para vestir tu cama y obtener un sueño profundo.
Comienza por la base para obtener un sueño profundo
Invertir en un buen colchón, nos ayudará a dormir mucho mejor, obtener un sueño más profundo y conservar un estado saludable. Para que nuestro colchón dure por mucho más tiempo te recomendamos usar una funda protectora. Lo ideal en este caso es incorporar un protector de colchón para minimizar ese hundimiento que se da con el tiempo y procurar que sea resistente y suave, pensando en lo que sea más saludable para ti.
Elige sábanas blancas o neutras como ropa de cama principal
Es importante que consigas unas sábanas hechas con materiales naturales como el algodón, que sean suaves y de un material duradero, esto nos ayuda a regular los ciclos del sueño, pues el color blanco tiene un efecto inmediatamente relajante en cada uno de nosotros. Además, unas sábanas de color blanco combinarán con cualquier otra cosa que uses en tu cama y con todas las gama de colores que tengas en la alcoba; brindando un efecto de paz y serenidad en nuestra mente.
¿Te cuesta conciliar el sueño? Añade un buen edredón.
Puedes conseguir un edredón para sentir algo de calorcito, pero que también te permita respirar. No elijas uno que sea demasiado caluroso o pasarás la noche sin poder dormir. Hay que tener en cuenta que los edredones que se ven suficientemente hinchados y rellenos hacen la cama atractiva, y provocan un efecto visual acogedor, que nos invita siempre al descanso.
Si tienes el sueño ligero, consigue las almohadas adecuadas
Si inviertes en un par de buenas almohadas tu cuerpo te lo agradecerá y ya no te sentirás agobiado por esa falta de sueño. El ancho de la almohada debe ser siempre más ancho que los hombros, mientras que la altura ya va a depender de la forma cómo dormimos: es preferible una almohada baja, si uno duerme boca abajo, o de altura mediano-alta, si vamos a dormir de lado, para que la cabeza esté alineada con la columna. Usar un protector de almohada resulta muy conveniente y placentero para darle un poco de altura y comodidad a la cabecera de la cama al irse a dormir.
Irse a dormir con una funda nórdica
Una funda nórdica es un acompañante ideal si quiere darle calidez al cuarto, y decorar de forma muy divertida el espacio. Puede ser de un color sólido o con un patrón, según su estilo, y las fundas que la acompañan pueden ser de colores neutros y cálidos, que son maravillosamente acogedoras y dan ganas de acurrucarse.
Agrega algunos cojines y un toque de color.
Coloca algunos cojines apilados frente a las almohadas, o solo un cojín lumbar (largo y estrecho) en el frente. Le puedes dar algo de color o usar estampados que combinen con el estilo y el edredón del dormitorio y así te diviertes un poco: es una forma fácil de decorar y refrescar tu habitación.
Añade una manta al final de la cama y olvida esos trastornos del sueño.
Usa una manta 100% algodón extendida a los pies de la cama para completar el estilo. Usa algo que sea suave y acogedor para esas noches en las que quieres más calor, y algunas que sean más livianas para los meses más cálidos. Toma en cuenta las medidas de la cama, pero también disfruta de la originalidad al vestir tu cama.
Sigue estos pequeños consejos al acomodar tu propia habitación, para que puedas disfrutar de todas las fases del sueño, en cualquier época del año, y así sumergirte en el fascinante placer de dormir profundamente.