Recomendaciones para bañar y consentir a tu bebé

Recomendaciones para bañar y consentir a tu bebé

La hora del baño con tu bebé debe ser especial. En ese instante, tanto el adulto como el pequeño deben sentirse cálidos y seguros. El baño se convierte en un refugio, un momento íntimo donde se expresa el cariño y la protección a quién se ama. Ya sea porque estemos en la bañera con un recién nacido, o porque nuestro niño ya está gateando o asomando sus primeras palabras, la rutina del baño debe ser para consentir y cuidarlos con amor.

Los primeros años son claves para reforzar buenos hábitos de salud y bienestar y son cruciales para crear vínculos de comunicación, confianza y sano apego. Algunos bebés disfrutan del contacto con el agua y se calman muy rápido, mientras que otros se activan y despiertan para empezar a jugar. En cualquiera de los casos, hoy queremos traerte una serie de recomendaciones para darle a tu bebé todo el afecto que necesita cuando lo vamos a bañar.

Seleccionamos el mejor momento y lugar

  • En primer lugar, escoge un momento del día que sea tranquilo, donde puedas estar a gusto, sin prisa ni complicaciones, ya sea temprano en la mañana o tardecita en la noche. Lo importante es que el baño no se prolongue durante mucho tiempo, que se haga en períodos cortos, de no más de tres minutos si es un recién nacido, y después un poco más de tiempo cuando esté más grande. El objetivo es que poco a poco se asiente la rutina en sus primeros meses y años de vida,y el bebé se pueda sentir seguro durante todo el proceso.
  • Procura tener todas las cosas que vayas a utilizar a la vista, y listas a la mano: jabón, shampoo, toallas, cremas, copitos, juguetes, esponja natural, o cualquier otra cosa que necesites, ya que el bebé nunca debe quedarse solo en la bañera.
  • Ubica un espacio de tu casa donde haya una buena temperatura, preferiblemente en torno a los 23° C, o que la puedas regular, ​y sobre todo que no haya corrientes de aire para que no le dé frío.

Cómo debemos preparar el agua

  • Es común que el bebé recién nacido no disfrute del todo el contacto con el agua, porque se puede sentir desprotegido o vulnerable ante algo que no conoce, pero al cabo de algunas semanas, ya entenderá la rutina y va a reaccionar con más agrado y tranquilidad.
  • Prepara la cantidad de agua que vas a utilizar en la bañera y llénala con unos 10 o 15 centímetros de agua tibia. Siempre verifica la temperatura del agua, para que no esté ni muy caliente ni muy fría, utilizando el codo o el dorso de la mano para saber que esté agradable.
  • Verifica la forma, materiales y condiciones de la bañera, para que no contenga ningún material tóxico o que tenga alguna parte quebrada o sobresaliente que pueda lastimar al bebé. Es muy importante que la bañera esté colocada en un sitio sólido y estable, para evitar que pueda caerse y asegurarte de que el baño sea cómodo.
  • Al momento de llevarlo al agua, mantén la cabeza del bebé apoyada en tu antebrazo y sujétalo por el hombro con tu mano. Con el cuerpo dentro del agua voltea al bebé para que lo puedas sujetar por debajo del pecho y así puedas lavar su espalda y la zona del pañal. A muchos bebés no les gusta mojarse la cabeza y la cara, por lo que puedes dejar esto para el final, mientras le nombras cada parte del cuerpo, acompañando cada frase con gestos, y contándole todo lo que está sucediendo. Lo interesante de esta etapa temprana del bebé, es que su lenguaje comprensivo se desarrolla antes que el lenguaje hablado, por lo que le estarás brindando un gran estímulo y fortaleciendo su cerebro y su capacidad para aprender, haciéndolo sentir al mismo tiempo seguro, cuidado, atendido y protegido.
  • Usa jabón neutro y en poca cantidad, así como un shampoo suave, evitando que le caigan en los ojos. Aquí puedes incorporar algunos juguetes, y ¡empezar a desarrollar su imaginación!

Usa los mejores productos para darle calor al bebé

  • Al finalizar el baño, cúbrelo con una toalla 100% algodón, acorde a su edad, y sécalo presionando suavemente su cuerpecito, sin olvidar los pliegues de la piel. La idea es absorber esa humedad dando pequeños toques sin frotar, para no lastimar o irritar su piel ya que es muy sensible. Para estas ocasiones siempre utiliza siempre productos de calidad, agradables al tacto y que le brinden confort.
  • Envuélvelo en una toalla capucha divertida y suave al finalizar el baño, y coloca crema humectante en su piel, utilizando algún producto especialmente formulado para bebés, Hazle unos masajes suavecitos, que sean circulares en pecho y espalda, y a lo largo de sus piernitas, para que asocie el momento del baño con un final relajante y tranquilizante.

Sabemos que cada bebé es diferente, y estas recomendaciones resultarán útiles en la medida en que evaluemos distintas opciones. Podemos probar una hora distinta del día si la que escogimos al principio no lo relaja del todo. Intenta igualmente dejarlo un tiempito desnudo antes del baño, recostado sobre alguna manta suave, para que se sienta cómodo, se mueva libremente y explore su cuerpo, además mímalo para darle una importante fuente de estimulación temprana.

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